EL OMBLIGO DEL MUNDO

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domingo, septiembre 17, 2006

Nicaragua, tan pacíficamente ácida

Encontré este reportaje al candidato a vicepresidente de Nicaragua por el frente que hizo el Frente Sandinista para las elecciones generales de noviembre. El tipo viene del PLC, partido de derecha que lideró Arnoldo Alemán -ex presidente, juzgado por corrupción- y que desde hace años negocia con el FSLN el manejo del Estado, entre otras cosas. Cómo leerán, la política nicaragüense tiene similitudes con otras mas cercanas a nosotros, aunque su pasado revolucionario y bélico crea situaciones un tanto felinescas como la disputa por una vivienda entre Daniel Ortega y su ahora candidato a vicepresidente.
¿Será un eslabón más en la caída del paraíso sandinista o el comienzo de una opción política nacional y reformista?
(los párrafos resaltados son míos)

Jaime Morales Carazo se considera “un seguro de sensatez” en un gobierno del FSLN

"No he hipotecado principios

Hombre de mundo y de varias gavetas, gran seguidor de Mao Tse Tung con su “combate y negocia, negocia y combate”, ex banquero, ex asesor de su ahijado Arnoldo Alemán, coleccionista de arte, intelectual y astuto político, el diputado liberal Jaime Morales Carazo me recibe en su nueva residencia que no sólo lo refleja en su personalidad, sino que recuerda un poco su casa anterior que alguna vez litigara con su actual habitante Daniel Ortega, quien es ahora su compañero de fórmula presidencial

Ésta sí que ha sido una sorpresa: Jaime Morales Carazo, vicepresidente de Daniel Ortega, su adversario, ¿cuál fue el proceso?

Yo comparto que te haya sorprendido, porque es una sorpresa para mí mismo y mi familia. Jamás imaginé, ni en el santuario de Apolo, ni que hubiera visitado a todas las pitonisas, la posición en la que me encuentro ahora.Posiblemente el proceso tenga origen en haber vivido muy de cerca lo infructuoso de una lucha estéril con tanto dolor y muerte. Ambas partes en la guerra fraticida sentíamos que estábamos siendo usados por intereses supranacionales en el mundo bipolar de entonces. Me motivó la frase de Bartolo, un combatiente campesino, edecán del Comandante 380: “Los que hacemos la guerra, somos los que más queremos la paz”.A mí me nombraron jefe negociador de la paz por parte de la Contra en un proceso que duró un año hasta desembocar en Sapoá. Mi trato inicial era con gente que estaba al frente de la guerra, Humberto Ortega, Joaquín Cuadra y Lenín Cerna, quien me pareció atento y caballeroso.Cuando en la mesa de negociaciones las partes que estábamos en guerra nos vimos a los ojos, supimos que nos podíamos entender entre nosotros. Nos entendimos mejor cuando ya no estaba la presencia perturbadora de quienes representaban otros intereses. Llegué a la convicción de que había que hacer todo lo posible para que Nicaragua no volviera a desembocar en la confrontación bélica.Entonces, ¿tuve trato cercano con Daniel Ortega?Cuando gana doña Violeta y el Frente Sandinista pasa a la oposición, a mí me corresponde ser parte de la reestructuración del Partido Liberal. Luego Arnoldo gana y se presentan una serie de circunstancias conflictivas que ponían en riesgo la estabilidad del país. Hay una relación más continua, más frecuente (con Daniel), que va a durar del 97 a la fecha. Se me atribuye ser el arquitecto de los pactos. Yo participé para buscar la estabilidad. Arrancó con Humberto Ortega, antes que Arnoldo fuera Presidente. Yo veo que una vez que termina la guerra, lo más inteligente es que el que gane, reconozca al que perdió. Así comienzan las pláticas para la gobernabilidad y la estabilidad. Se intensifican esas relaciones cuando se trata de hacer sobrevivir el gobierno del presidente Bolaños que se coloca en la peor posición tras haberse apoyado los dos primeros años en el Frente Sandinista. Él trata de romper esta relación para un reencuentro con Arnoldo. Yo comenté que en el caso del Frente Sandinista, eran adversarios, pero en el caso de Arnoldo, eran enemigos, y que si el Presidente quería gobernar, la peor cosa que se podía hacer era echarse en manos de intereses externos. Es el Presidente el que promueve el apoyo externo a falta de apoyo interno y la Embajada Americana. Él promueve esa ingerencia.

Temperamentos opuestos

Los intereses dogmáticos de los partidos se fueron diluyendo y dieron lugar a los pragmáticos. En muchísimas ocasiones, en pláticas y discusiones Daniel le dijo a Arnoldo: “No, hombré, eso no le conviene al país, aunque te convenga a vos”.Siempre aprecié que había en él un trasfondo de interés nacional y social en muchos aspectos. Tal vez más frío Daniel Ortega, cualidad que siempre me llamó la atención, y con capacidad para escuchar, que es de las virtudes más escasas dentro de los nicaragüenses. El que escucha está descifrando todo, sin haberlo preguntado.Daniel escucha con atención, con educación, nunca interrumpe, no ofende, nunca le he oído una mala palabra. Vi que dentro de su misma seriedad, había un sentido de humor controlado, de sensatez y mucho pragmatismo. Me llamó esto la atención, más después de tratar de cerca con alguien todo lo contrario: explosivo, volcánico (Arnoldo Alemán), aquel que comienza una casa por el techo, y las bases, ¡Dios proveerá! Temperamentos totalmente opuestos.A mucha gente le disgusta el pacto porque se revirtió en contra de los nicaragüensesEl pacto era una joven virtuosa, virgen. Cayó en manos de los seres humanos con todas sus pasiones y debilidades y se prostituyó el propósito principal que era estabilidad y gobernabilidad. Cuando habíamos llegado al poder y estábamos en las pugnas, los tranques, desconocíamos el comportamiento de las estructuras del poder fáctico del país. Un Arnoldo antagónico con una estrategia maniquea: bueno, malo, blanco, negro y en contra del Ejército, en contra de la Policía, acuérdate.Producto de las reformas del 95 hay una gran cantidad de candados. Cuando Arnoldo llega en el 97, la Corte Suprema tiene que deshacer una serie de barbaridades. ¡Ya habían nombrado Presidente del Banco Central! ¡En todo el aparato de la Corte Suprema no había un solo magistrado liberal! Cuando te das cuenta que no tenés el verdadero derecho al ejercicio del poder, después de haber ganado las elecciones y que el Frente y el PLC representaban el 96% del voto, de un universo de cincuenta partidos, pensás y actuás políticamente. Entonces viene la protección. De siete miembros, cuatro son míos y tres son tuyos. Cuatro del que ganó. Lo ideal es que fueran de lo mejor de mi partido, de la sociedad. Pero ¿dónde están los ángeles, dónde están los arcángeles? El que se pone es mi compadre, el que me cuida más la cosa. No conozco otra manera de manejar los países en el mundo sino es a través de la negociación, que conduce a pactos, compromisos, kupia kumi, como se quiera llamar.

(...)

¿Cuándo le dijeron claramente que fuera el candidato?

Vos sabés que estas cosas no son como “¿cuándo dijiste el sí?”, éste es un proceso. Me dijo Daniel que había pasado la prueba de fuego que era haberme presentado ante una multitud, al ex Contra, el padrino de Arnoldo Alemán, el hombre con quien tuvo problemas en la casa, con quien tuvo problemas en la guerra, el negociador de la Contra, que fue jefe de campaña del PLC y que le ganó al Frente. Pero también el negociador para la paz, que ayudó a que hubiera entendimiento para la estabilidad durante el gobierno de Arnoldo Alemán.

¿Qué costos ha asumido con su decisión?

Muy pocos. Algunos escasísimos elementos, no los más representativos ni los más sobresalientes, han comentado lo que hice porque no ven al país más allá de su bolsa. Para muchos de los más ricos, bromeaba con ellos, soy un seguro por el que no pagaron prima. Es un seguro de sensatez, de una persona que va a mantener sus principios y si acaso hubiera algo, no va a plegarse, porque no tienen influencia en él, ni se ha caracterizado por la docilidad. Es un mensaje Si yo fuera Vicepresidente

Como Vicepresidente, ¿qué va a manejar?

El poder es indivisible. Nadie le pone condiciones a un Presidente. El error que ha habido es que los vicepresidentes se creen cogobernantes, agarran la vara, se les sube la soberbia y creen que ganaron las elecciones porque él estaba ahí.Yo no estoy aspirando a manejar nada. Me gustaría dirigir, coordinar. Podría tener participación más activa en las áreas de mi experiencia, como el sector financiero, el sector bancario, cómo manejar una economía sana. No podemos estar jugando con inflaciones. Hay que mantener libertad cambiaria absoluta; magníficas relaciones con los gringos, Fondo Monetario, Banco Mundial. No pelearnos con nadie. Juntar medioambiente con todo lo que es la actividad turística para ofrecer un paquete de ecoturismo, que es lo que más pudiéramos ofrecer
También la industria de la maquila.El Cafta es el único palo que tendríamos para ahorcarnos, saquémosle el mayor beneficio pero no excluyamos al ALBA, las relaciones con todos los países.
Controlar que no haya irregularidades masivas consentidas en la propiedad, preservando el derecho con un adecuado Registro de la Propiedad.¡ Nada de que se pierdan hojas! Siendo tajante contra las invasiones de tierra porque si no se dan garantías y estabilidad, ¿quién va a querer producir?

Agosto, 2006. Extracto de entrevista del libro ELECCIONES 2006.