EL OMBLIGO DEL MUNDO

Textos, noticias y fotos sobre la política latinoamericana

martes, octubre 17, 2006

el 19 y 20 de los sindicatos

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Bueno, puede ser un poco exagerado, pero para mi hoy pasó eso. No creo -como se empezó a escuchar- que sea una rémora inquietante de los enfrentamientos setentistas. ¿Por qué de pronto todos dicen eso? Y bueno...está a la mano: peronistas con pistolas tirándose tiros entre si, el retorno del vocablo "Perón" o "el General" (se lo debe haber nombrado más que en los últimos 30 años juntos), un escenario de conurbano donde la ley imperante eran los sindicatos (¿dónde estaban las fuerzas de seguridad?¿Dónde estaba el Estado? se preguntaban las hadas democráticas del periodismo), en fin, se justifica pero....
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Es todo tan, tan, distinto. La distancia entre las palabras de los dirigentes presentes con la realidad de los cuerpos: mientras Moyano intentaba dar épica subiéndose a un jeep y tratando de dar sensación de "multitud" a un puñado de tipos arremolinados, en la Quinta otros tantos arremolinados empezaban una batalla que mas que setentista le hace justicia a las batallas domingueras entre hinchadas rivales. ¿Cómo es, no es que son todos peronistas? Y, puede ser pero... básicamente son hinchas de futbol, o trabajadores precarizados o desocupados o patotas de tal o cual, o miembros bucólicos del gremio. "Seguimos con el acto para que el pueblo pueda despedir a su líder" ¿Eh? ¿Qué pueblo, qué líder? El discurso se vuelve incomprensible, ridículo, auto rreferencial, porque sólo un microclima alterado puede encontrar significado en esas palabras cruzadas con las imágenes. Cuando eso pasa.....19 y 20, ruptura de representación.
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Hasta ahora los sindicatos venían zafando: más allá de que los medios siempre recordaron que el sindicalismo encabeza la lista de instituciones más desprestigiadas según los sondeos de opinión, a pesar de que Moyano (como ahora D´elia) tuviera adherida la leyenda "Polémico", los sindicatos habían quedado medianamente guarnecidos de la furia decembrina, centrada en los políticos, los bancos y algunos grupos económicos. La actual coyuntura los había puesto cerca de noticias lindas: baja la desocupación, aumentan los salarios mínimos, todo adornado con fotos sonrientes. Hasta las obras sociales, al punto de la asfixia con la crisis, empezaron a repuntar.
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Pero...a cada chancho le llega su 19 y 20. Y es que "19 y 20" no es revuelta popular tanto como un instante mágico en que un actor público queda desnudo, su discurso termina en silencio por el propio peso de una acción ya anacrónica, ya inexplicable por y para la sociedad. Cuando eso pasa, sobreviene la censura general. Esa tan liviana y fácil, pero contundente. Seguirá habiendo sindicatos, seguirá todo más o menos igual pero... ¿cuánto tendrán que trajinar para que cualquier intervención pública no empiece con un pedido de explicaciones por lo de ayer? ¿Qué hará el poder político, tanto más recuperado de su propio 19 y 20 con este nuevo diciembre, con este enjambre de dirigentes impresentables?
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¿Por qué pasó esto? bueno, ya vendrá alguna nota bien larga de H.V. metiéndose en algún laberinto detectivesco, pero digo, el trazo grueso más allá de la operación concreta (si la hubo) Tiro la idea: Paso porque a nadie le importaba un huevo el acto, ni el cadaver de Perón, ni nada. Si el acto hubiera tenido un cuarto del significado que Gianettasio, Cafiero o Viviani decían que tenía todos se hubieran cuidado muy bien de que todo saliera 10 puntos. Acá no había corrientes ideológicas históricamente enfrentadas, ni proyectos políticos antagónicos, ni gente había casi (digo, para la magnitud del evento). Hace unas semanas la CGT hizo un intento de darle significación nacional: "vamos a invitar a todos los mandatarios" mandó un gordo. Hasta se especuló con cierta insistencia en que venía Chávez. Pura desproporción. Pura irrealidad. Con viento a favor era un folclore simpático de un pasado que hoy podíamos recordar con orgullo. Hoy Perón es menos discutido que hace 20 años, hoy Perón es el presidente de un país que no tenía pobres. Eso es ya incuestionable. Pero no era el momento de Perón, era el momento de que la CGT se prendiera fuego. El Cromagñon moyanesco. Y bueno, me da un poco de pena, pero tiene el sabor de lo inevitable. El pecado: creían que el sol los alumbraba ya definitivamente (en verdad siempre hay un dejo de naif en la acciones políticas sindicales), que los nubarrones de la crisis de representación, de la crisis de legitimidad, se habían alejado de ellos, hasta la sombra del menemismo parecía correrse conforme se acercaban al ofiacialismo -un oficialismo ideal: políticas populares y sin preguntas de prontuario-, y entonces creyeron que podían ocupar el espacio público nuevamente, sonrientes, legítimos.
Lo mejor que puede pasar es probablemente lo que va a pasar: al igual que el 19 y 20 de los políticos, no se van a conformar sindicatos clasistas horizontales en reemplazo de la burocracia sindical. No se van a ir todos para que venga...DeGennaro. Pero probablememte esa "burocracia" tienda a modificarse, a adecuar sus formas, sus usos y costumbres, a pulir sus bordes mas gruesos, incluso a depurarse, con el objeto de no desaparecer, de volver a representar.

domingo, septiembre 24, 2006

Elefante en un bazar

Al igual que los humanos, Estados Unidos vuelve a tropezar dos veces con las misma piedra. Como ya hizo en Bolivia donde las decaraciones del embajador ayudaron significativamente a construir el liderazgo de Evo, ahora el congresista Dan Burton se convierte en el jefe de campaña del sandinismo. Aquí la historia.

domingo, septiembre 17, 2006

Nicaragua, tan pacíficamente ácida

Encontré este reportaje al candidato a vicepresidente de Nicaragua por el frente que hizo el Frente Sandinista para las elecciones generales de noviembre. El tipo viene del PLC, partido de derecha que lideró Arnoldo Alemán -ex presidente, juzgado por corrupción- y que desde hace años negocia con el FSLN el manejo del Estado, entre otras cosas. Cómo leerán, la política nicaragüense tiene similitudes con otras mas cercanas a nosotros, aunque su pasado revolucionario y bélico crea situaciones un tanto felinescas como la disputa por una vivienda entre Daniel Ortega y su ahora candidato a vicepresidente.
¿Será un eslabón más en la caída del paraíso sandinista o el comienzo de una opción política nacional y reformista?
(los párrafos resaltados son míos)

Jaime Morales Carazo se considera “un seguro de sensatez” en un gobierno del FSLN

"No he hipotecado principios

Hombre de mundo y de varias gavetas, gran seguidor de Mao Tse Tung con su “combate y negocia, negocia y combate”, ex banquero, ex asesor de su ahijado Arnoldo Alemán, coleccionista de arte, intelectual y astuto político, el diputado liberal Jaime Morales Carazo me recibe en su nueva residencia que no sólo lo refleja en su personalidad, sino que recuerda un poco su casa anterior que alguna vez litigara con su actual habitante Daniel Ortega, quien es ahora su compañero de fórmula presidencial

Ésta sí que ha sido una sorpresa: Jaime Morales Carazo, vicepresidente de Daniel Ortega, su adversario, ¿cuál fue el proceso?

Yo comparto que te haya sorprendido, porque es una sorpresa para mí mismo y mi familia. Jamás imaginé, ni en el santuario de Apolo, ni que hubiera visitado a todas las pitonisas, la posición en la que me encuentro ahora.Posiblemente el proceso tenga origen en haber vivido muy de cerca lo infructuoso de una lucha estéril con tanto dolor y muerte. Ambas partes en la guerra fraticida sentíamos que estábamos siendo usados por intereses supranacionales en el mundo bipolar de entonces. Me motivó la frase de Bartolo, un combatiente campesino, edecán del Comandante 380: “Los que hacemos la guerra, somos los que más queremos la paz”.A mí me nombraron jefe negociador de la paz por parte de la Contra en un proceso que duró un año hasta desembocar en Sapoá. Mi trato inicial era con gente que estaba al frente de la guerra, Humberto Ortega, Joaquín Cuadra y Lenín Cerna, quien me pareció atento y caballeroso.Cuando en la mesa de negociaciones las partes que estábamos en guerra nos vimos a los ojos, supimos que nos podíamos entender entre nosotros. Nos entendimos mejor cuando ya no estaba la presencia perturbadora de quienes representaban otros intereses. Llegué a la convicción de que había que hacer todo lo posible para que Nicaragua no volviera a desembocar en la confrontación bélica.Entonces, ¿tuve trato cercano con Daniel Ortega?Cuando gana doña Violeta y el Frente Sandinista pasa a la oposición, a mí me corresponde ser parte de la reestructuración del Partido Liberal. Luego Arnoldo gana y se presentan una serie de circunstancias conflictivas que ponían en riesgo la estabilidad del país. Hay una relación más continua, más frecuente (con Daniel), que va a durar del 97 a la fecha. Se me atribuye ser el arquitecto de los pactos. Yo participé para buscar la estabilidad. Arrancó con Humberto Ortega, antes que Arnoldo fuera Presidente. Yo veo que una vez que termina la guerra, lo más inteligente es que el que gane, reconozca al que perdió. Así comienzan las pláticas para la gobernabilidad y la estabilidad. Se intensifican esas relaciones cuando se trata de hacer sobrevivir el gobierno del presidente Bolaños que se coloca en la peor posición tras haberse apoyado los dos primeros años en el Frente Sandinista. Él trata de romper esta relación para un reencuentro con Arnoldo. Yo comenté que en el caso del Frente Sandinista, eran adversarios, pero en el caso de Arnoldo, eran enemigos, y que si el Presidente quería gobernar, la peor cosa que se podía hacer era echarse en manos de intereses externos. Es el Presidente el que promueve el apoyo externo a falta de apoyo interno y la Embajada Americana. Él promueve esa ingerencia.

Temperamentos opuestos

Los intereses dogmáticos de los partidos se fueron diluyendo y dieron lugar a los pragmáticos. En muchísimas ocasiones, en pláticas y discusiones Daniel le dijo a Arnoldo: “No, hombré, eso no le conviene al país, aunque te convenga a vos”.Siempre aprecié que había en él un trasfondo de interés nacional y social en muchos aspectos. Tal vez más frío Daniel Ortega, cualidad que siempre me llamó la atención, y con capacidad para escuchar, que es de las virtudes más escasas dentro de los nicaragüenses. El que escucha está descifrando todo, sin haberlo preguntado.Daniel escucha con atención, con educación, nunca interrumpe, no ofende, nunca le he oído una mala palabra. Vi que dentro de su misma seriedad, había un sentido de humor controlado, de sensatez y mucho pragmatismo. Me llamó esto la atención, más después de tratar de cerca con alguien todo lo contrario: explosivo, volcánico (Arnoldo Alemán), aquel que comienza una casa por el techo, y las bases, ¡Dios proveerá! Temperamentos totalmente opuestos.A mucha gente le disgusta el pacto porque se revirtió en contra de los nicaragüensesEl pacto era una joven virtuosa, virgen. Cayó en manos de los seres humanos con todas sus pasiones y debilidades y se prostituyó el propósito principal que era estabilidad y gobernabilidad. Cuando habíamos llegado al poder y estábamos en las pugnas, los tranques, desconocíamos el comportamiento de las estructuras del poder fáctico del país. Un Arnoldo antagónico con una estrategia maniquea: bueno, malo, blanco, negro y en contra del Ejército, en contra de la Policía, acuérdate.Producto de las reformas del 95 hay una gran cantidad de candados. Cuando Arnoldo llega en el 97, la Corte Suprema tiene que deshacer una serie de barbaridades. ¡Ya habían nombrado Presidente del Banco Central! ¡En todo el aparato de la Corte Suprema no había un solo magistrado liberal! Cuando te das cuenta que no tenés el verdadero derecho al ejercicio del poder, después de haber ganado las elecciones y que el Frente y el PLC representaban el 96% del voto, de un universo de cincuenta partidos, pensás y actuás políticamente. Entonces viene la protección. De siete miembros, cuatro son míos y tres son tuyos. Cuatro del que ganó. Lo ideal es que fueran de lo mejor de mi partido, de la sociedad. Pero ¿dónde están los ángeles, dónde están los arcángeles? El que se pone es mi compadre, el que me cuida más la cosa. No conozco otra manera de manejar los países en el mundo sino es a través de la negociación, que conduce a pactos, compromisos, kupia kumi, como se quiera llamar.

(...)

¿Cuándo le dijeron claramente que fuera el candidato?

Vos sabés que estas cosas no son como “¿cuándo dijiste el sí?”, éste es un proceso. Me dijo Daniel que había pasado la prueba de fuego que era haberme presentado ante una multitud, al ex Contra, el padrino de Arnoldo Alemán, el hombre con quien tuvo problemas en la casa, con quien tuvo problemas en la guerra, el negociador de la Contra, que fue jefe de campaña del PLC y que le ganó al Frente. Pero también el negociador para la paz, que ayudó a que hubiera entendimiento para la estabilidad durante el gobierno de Arnoldo Alemán.

¿Qué costos ha asumido con su decisión?

Muy pocos. Algunos escasísimos elementos, no los más representativos ni los más sobresalientes, han comentado lo que hice porque no ven al país más allá de su bolsa. Para muchos de los más ricos, bromeaba con ellos, soy un seguro por el que no pagaron prima. Es un seguro de sensatez, de una persona que va a mantener sus principios y si acaso hubiera algo, no va a plegarse, porque no tienen influencia en él, ni se ha caracterizado por la docilidad. Es un mensaje Si yo fuera Vicepresidente

Como Vicepresidente, ¿qué va a manejar?

El poder es indivisible. Nadie le pone condiciones a un Presidente. El error que ha habido es que los vicepresidentes se creen cogobernantes, agarran la vara, se les sube la soberbia y creen que ganaron las elecciones porque él estaba ahí.Yo no estoy aspirando a manejar nada. Me gustaría dirigir, coordinar. Podría tener participación más activa en las áreas de mi experiencia, como el sector financiero, el sector bancario, cómo manejar una economía sana. No podemos estar jugando con inflaciones. Hay que mantener libertad cambiaria absoluta; magníficas relaciones con los gringos, Fondo Monetario, Banco Mundial. No pelearnos con nadie. Juntar medioambiente con todo lo que es la actividad turística para ofrecer un paquete de ecoturismo, que es lo que más pudiéramos ofrecer
También la industria de la maquila.El Cafta es el único palo que tendríamos para ahorcarnos, saquémosle el mayor beneficio pero no excluyamos al ALBA, las relaciones con todos los países.
Controlar que no haya irregularidades masivas consentidas en la propiedad, preservando el derecho con un adecuado Registro de la Propiedad.¡ Nada de que se pierdan hojas! Siendo tajante contra las invasiones de tierra porque si no se dan garantías y estabilidad, ¿quién va a querer producir?

Agosto, 2006. Extracto de entrevista del libro ELECCIONES 2006.

sábado, septiembre 16, 2006

1, 2, 3 muchas democracias


Va llegando la hora de discutir algunas banderas históricas. Va llegando la hora de discutir todo. Los mejores de nuestra generación lo llaman "construir el relato del orden democrático", lo que a mi juicio tiene el exceso de toda síntesis que se ubica en el lugar incómodo de derribar muros ideológicos construidos para otra época. Menos oscuro: si bien el título del post indica que comparto la hoja de ruta, intenta también decir que hay algo (mucho, creo) de explosivo, de desorden en la construcción de democracias por estos parajes empobrecidos. Los últimos años fueron mostrando un derrotero que si bien democrático también fue y es convulsionado, disruptivo y donde el "orden", al igual que hace tiempo fue la "democracia" se presenta como un lugar de batalla entre las fuerzas políticas y sociales de nuestros países. Clarito se vio por estos días en Bolivia, donde un gobierno que nació de cortar rutas en Cochabamba, apedrear al ejército y amenazar el "orden" establecido rodeando la casa de gobierno intenta ahora mantener a raya a las regiones ricas del país donde sus sectores dirigentes parecen ser efectivos a la hora de movilizar a sus ciudadanos y copiar aquellos métodos de protesta insurreccional.

Desde hace un tiempo (2, 5, 7 años según que país agarremos) las sociedades latinoamericanas vienen mostrando en su exterioridad los cambios profundos que las sacuden, producto del agotamiento de proceso de acumulación neoliberal. Claro que esas explosiones que en otra era el Ché las imaginaba similares a la experiencia vietnamita, se nos están revelando con otro ropaje. Algunos pensaran que lo que ocurre hoy no guarda relación con los procesos de liberación nacional de los sesenta o setenta y algo de verdad hay. En el medio se cayó el muro, las dictaduras redefinieron gran parte de nuestras economías y cabezas, pero creo que hay un hilo conductor. O mejor: creo que lo que hoy vivimos es el comienzo (o el final, eso siempre es confuso en la historia) de la resolución del gran proyecto inconcluso del siglo XX latinoamericano: la construcción de un lugar en el mundo, la consolidación de una estructura política y económica que nos permita márgenes reales de autodeterminación e independencia. Y eso América Latina lo está logrando a medida que sus países van encontrando rumbos democráticos verdaderos. Con verdaderos me refiero a Lula, a Evo Morales, a Hugo Chávez, a Kirchner o a Michelle Bachelet. Es decir, a gente que represente el saldo cultural, político, de pigmentación y de antinorteamericanismo que dejó el derrumbe de los 70-90.

De Francia se dice que raramente haga algo en el futuro mas grandioso que la Revolución Francesa de 1789. Quizá la idea sea un poco estática, pero bien entendida no deja de tener razón: de aquel año hasta hoy se limitó a discutir "cuánto" de libres, de iguales y de fraternos serían, pero esas premisas no se cambiaron más (tal vez un poco la significación se esos conceptos pero no mucho). El barco sigue, y cuando se presentan momentos de zozobra -mayo del 68, Le Pen- la tormenta pasa sin dejar mucho rastro.

¿Se podrán hacer las transformaciones democráticas profundas que inauguren una era distinta, donde la democracia -porque es real- no se discuta más? Seguramente los habrá optimistas y los habremos pesimistas. Personalmente, considero que para los sectores que siguen y seguirán siendo los dueños de la mayoría de las cosas la democracia será un valor cada vez menos apreciado, cada vez que esté asociado a la incorporación de antiguos y nuevos excluidos. Cada vez que la democracia encuentre las formas de dar comer, de educar o de curar sospecho que hay intereses que empezaran a mirar para otros horizontes menos cívicos. Pero si llega, para eso falta.

Hoy se trata de terminar de dar vuelta el guante de una guerra ideológica que nos partió al medio: en los 70, con Jimmy Carter a la cabeza, EEUU logró que la palabra democracia se incorporara al vocabulario invasor y, por sobre la derrota calamitosa de los movimientos populares de todo el continente, el concepto fuera tan solo la muestra de magnanimidad del vencedor. La morfina suministrada para pasar el dolor de la pos-guerra. Como le gustaba decir Aldo Rico: "En los setenta los combatí con las armas, hoy con las urnas" El tema es que la democracia está por ponerlo preso, y las urnas vienen dándole triunfos a los que derrotó. Pero más allá de esta paradoja local, a escala regional parece haber una mutacion que nos llevó de una "imposición" democrática luego de la guerra social del XX a un lugar donde el sistema de representación empieza a dar lugar a los despojos humanos de aquella guerra. De ahí la mudez estridente de EEUU, que parece nada opinar sobre el díscolo presente continental. Claro, nos dicen que el Tío Sam está muy ocupado en otras zonas del mundo, que "no le presta atención a la región" y demás gansadas. Lo que pasa es que no sabe que decir: que no es lo mismo a no saber qué hacer (aunque sus acciones no son tampoco muy claras, guarda el olfato para aliarse con lo más retrógrado y podrido de cada país). No sabe qué decir porque es presa de su discurso de fin siglo XX, su discurso democrático. Discurso que le sigue siendo útil en otras zonas del mundo pero que su patio trasero ha sabido adoptar y hoy (es nuestro acto antiimperialista más logrado) lo reformula, lo tercermudiza al intentar construir una democracia tensionante y continuista a la vez, que busca ser inclusiva y transformadora. 1, 2, 3 muchas democracias: en la lista parecen faltar México y Colombia. Uno casi llega y está por verse que pasa, el otro puede ser la punta de lanza de un moderno orden pos-democrático, guerrero y oscuro. Ojála que no.

domingo, septiembre 10, 2006

El presidente que no fue


A veces suceden cosas que no deberían suceder. En México debería haber ganado A. M. López Obrador. Una poderosa combinación de clima continental con un largo devenir político nacional había creado las condiciones para un triunfo del PRD. Pero no fue así. Ya sea por fraude, ya sea por la influencia de la Virgen de Guadalupe en auxilio del católico PAN, ya sea que AMLO se "dejó estar" en virtud de las encuestas, etcétera, por el motivo que sea no pasó lo que debería haber pasado. Así, lo que sucede es el "abismo" político que muchos analistas vienen pronosticando para el México de los próximos tiempos. Las poco claras estrategias del oficialismo para calmar las aguas (hasta ahora totalmente infructuosas) muestran hasta qué punto la situación es inesperada para todos los actores. En algún sentido se vuelve creíble la postura oficial sobre la veracidad de los números: obviamente es más que probable que AMLO haya sido el que sacó más votos, pero aún así la elección fue demasiado pareja, y una elección con empate técnico -de una votación crucial- no puede llevar a otra cosa que a la crisis. Si todo se debió al fraude ¿por qué no robar un par de puntos más, como para despejar dudas? El razonamiento lógico lleva entonces a ver el presente político mexicano como un lugar que no fue construído por ningún actor, sino por el fracaso parcial de todos. Si el zapatismo viene mostrando desde hace 12 largos años -más allá de sus pretensiones mas ambiciosas- la crisis de representación en que cayó el sistema político, esta elección no viene a dar respuesta a ello (como podría entenderse un triunfo más o menos amplio del PRD). La crisis se agranda (es de esperar que el PRD y AMLO se conviertan de aquí en más en "zapatistas" nacionales, intentando conformar una resistencia social que juegue con los límites de la legalidad) y lo más esperable es que el gobierno busque alguna forma de relegitimarse por la acción concreta, ya que no parece poder hacerlo desde el uso del lenguaje político o simbólico.
Sin embargo, resulta difícil compartir la idea de que una revuelta ciudadana-popular pueda cambiar radicalmente el curso político e impedir la asunción del Calderón. Si eso pasara estaríamos ante el acontecimiento más importante del continente de los últimas décadas: México es el segundo país de Latinoamérica, ya sea en términos de PBI como de población, es además la puerta de entrada al patio trasero que tiene EEUU. Una desestabilización de su régimen político dejaría a los sucesos argentinos de 2001, o al derrocamiento de Sánchez de Lozada en Bolivia -por citar un par de casos- como datos accesorios de un terremoto general que reacomodaría un sinnúmero de posicionamientos y alianzas en todo el subcontinente. Es más que dudoso que el gobierno norteamericano y los poderes conservadores locales permitan tal cosa. No, al menos, sin antes arriesgarse a un enfrentamiento que soltaría unos cuántos fantasmas que muchos creen enterrados por siempre por las jóvenes democracias de la región.
La alianza social que se está cocinando al calor de la lucha de AMLO es inestable, de ahí la incertidumbre por los límites de su accionar: antes de la elección se perfilaba como una fuerza de centroizquierda con base en el DF. Un poli clasismo con conducción de los sectores medios, culturalmente progresista y -como espejo de la opción del Sub comandante Marcos- con los dos pies adentro del sistema político mexicano. De hecho, tiene más aceptación que la elección de 1988 sí fue robada a Cuauhtemoc Cárdenas, lo que en su momento no supuso más que un pataleo suave comparado con lo que sucede hoy día. En ese momento el PRD no vaciló en tragarse el sapo a cambio de seguir construyendo poder territorial en el Distrito y ensanchar su representación parlamentaria. Después de la ratificación del triunfo de Calderón por parte de la estructura jurídica de la república esa alianza para haber mutado. El peso de los sectores populares en la alianza opositora va en aumento. De una alianza social con objetivos electorales se pasó a una veloz construcción política que aglutina mitines y movilizaciones a nivel nacional, ocupación del espacio público por tiempo prolongado y organización de mega marchas con una regularidad que despeja la posibilidad de la espontaneidad. Conforme con todos estos cambios, el discurso también mutó. No en vano AMLO ha pasado de ser visto como un prolijo administrador del distrito federal a un populista imitador de Chávez. Cada vez más el discurso del ex candidato habla de los pobres y del pueblo, no ya como una entelequia al que se le debe tirar una mano, a la que la "gente" debe rescatar de su exclusión, sino como el sujeto activo de la pretendida revuelta.
Los resultados estarán por verse. Pero ya se puede anotar que México, ese país que hasta ahora aparecía escindido del proceso de cambios que vive la región, que intentaba sortear la crisis de representación y la crisis neoliberal dando trancos ciegos hacia los brazos de EEUU, entró definitivamente en el desmadre regional.

martes, agosto 22, 2006

Chacho de américa



Un reportaje que salió hoy en la Nación. No sé, para mi que es el momento más feliz de Chacho. Haciendo lo que mejor le sale: ser un portavoz, un intérprete calificado, pero no un creador.

Carlos Alvarez: "El ALCA está muerto"

Admitió que la postura del Mercosur puede provocar "tironeos" con Estados Unidos

Si quedaba alguna duda, Carlos "Chacho" Alvarez se encargó de despejarla: la relación del Mercosur con Estados Unidos decididamente no es una prioridad para el bloque. "El ALCA está muerto porque implica un modelo de negociación asimétrica entre Norte y Sur" y "el hecho de dar a la región mayor autonomía puede generar momentos de más tironeo con EE.UU.", dijo el presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur durante una entrevista con LA NACION. Desde que terminó la Cumbre de las Américas que se hizo en Mar del Plata a fines del año pasado, se escribieron kilómetros de teorías y opiniones sobre si la decisión del Mercosur y de Venezuela de no incluir al ALCA en el documento final implicaba una ruptura con EE.UU. Alvarez fue muy claro al respecto: "A diferencia de otras épocas donde había un mayor vínculo de dependencia con la potencia dominante, el signo actual es tener estrategias de desarrollo que permitan al bloque manejarse con mayor autonomía". En el lobby del tradicional hotel Radisson de Montevideo, defendió el apoyo de los países del Mercosur a la candidatura de Venezuela como miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, otro de los temas que genera rispidices con EE.UU. "Es una decisión tomada en la última cumbre de Córdoba, apoyada por todos los miembros del bloque", dijo.

-¿Uruguay está de acuerdo? -

Bueno, Venezuela está cooperando muy significativamente con Uruguay. Está Ancap trabajando con Enarsa y Pdvsa en la cuenca del Orinoco haciendo exploraciones petroleras. Hay muchos proyectos de cooperación.

-¿Un intercambio de favores? -La cooperación es parte de la integración, que tiene dos carriles: uno es la integración comercial, productiva, energética; el otro, la cooperación. La tarea de Venezuela en ese sentido es muy importante, como lo fue con la Argentina cuando ayudó al país a financiar sus responsabilidades por cerca de 4000 millones de dólares.

-Pareciera que Venezuela es el Papá Noel del Mercosur.

-No tiene ninguna contraindicación que si un país está muy solvente y líquido pueda cooperar con otros países del bloque. Al mismo tiempo, Venezuela necesita diversificar su economía y no depender excesivamente del petróleo.

-¿Qué aporta al Mercosur que Venezuela esté en el Consejo de Seguridad?
-Es muy difícil, imposible diría, que si uno de los países con el que se está trabajando un proceso de integración es candidato para ocupar una banca no se lo apoye políticamente.

-Más allá de las ventajas numéricas, ¿es políticamente positiva la incorporación de Venezuela?
-El Mercosur en general tiene hoy presidentes que quieren que el bloque tenga más autonomía en cuanto al desarrollo de sus países y de la región, a diferencia de otras épocas donde había un mayor vínculo de dependencia con la potencia dominante.

-¿Pasó el tiempo de las relaciones carnales?
-Ni relaciones carnales ni enemistad por ideología porque la integración tiene un componente de interés que es irreemplazable. No es lo mismo el Mercosur de los 90, esencialmente comercial, que el de ahora, en el que se habla de desarrollo productivo, social y energético. No sólo integramos mercados, sino que planteamos un modelo de desarrollo más integral. Por el hecho de darle a la región mayor autonomía puede haber momentos de tironeos con los EE.UU., pero eso no debe significar ninguna fractura.

-Respecto de la relación que el bloque se plantea con EE.UU., parece que Uruguay tiene una visión diferente. Vázquez admitió que busca acuerdo comercial.
-Lo que hay en Uruguay es un debate interno que nos exige ser muy respetuosos y no involucrarnos. Discuten la conveniencia o no de un tratado con EE.UU. del que todavía no se saben bien las características.

-Un tratado de libre comercio (TLC).
-Un TLC, pero a veces se habla de acuerdo comercial, no está especificado. Cuando concluya ese debate, los otros miembros decidirán si es posible flexibilizar ciertas normas para continuar la convivencia.

-¿Implicaría un retroceso para el Mercosur permitir que los socios hagan acuerdos independientes? -Lo deberán decidir los miembros. Asegura que no extraña la política local ni tiene "planes ni interés" en candidatura alguna.

-¿Cuándo fue la última vez que habló o vio a De la Rúa? -[Piensa algunos segundos.] ¡Ah!, no sé ¿En el 2000? -¿Cuando era su vicepresidente? -Claro, desde que renuncié nunca más lo vi. ¡Ah!, sí, lo vi una vez más. -Citando la célebre frase de Alfonsín, ¿cree que De la Rúa no supo, no quiso o no pudo? -[Piensa un instante.] Y bueno Era una coyuntura compleja desde todo punto de vista, pero me parece que se fracasó en el abordaje de cada uno de los problemas. Se tomó el último capítulo de la convertibilidad, el tramo más negativo y complejo de un proceso que estaba agotado. -¿Admira a algún político? -[Ríe.] No. ¡Somos grandes para admirar! Por Florencia Carbone De la Redacción de LA NACION

lunes, agosto 21, 2006

Orquesta Tipica La Furca - Que hacemo´ acá?

Lo tiene nada que ver con nada, pero no pude resistirme a colgar un videito que hicimos con mi grupo. (para los que no me conocen, soy el que toca el bando del medio) Perdón por la disgreción tanguera...